jueves, 26 de julio de 2012

BATMAN

Nunca he sido fan de los cómics, quizás porque no pude comprarlos en mi infancia o simplemente porque no me sedujeron lo suficiente en su día, pero, como supongo que todos, siempre he tenido un superhéroe favorito: Spiderman. De pequeño me gustaba jugar a disparar telarañas desde mis muñecas haciendo ese gesto que nunca me abandonaría gracias al “espíritu arácnido” del rock duro e imaginaba que podía trepar por las paredes.

En esas que llegó Tobey Maguire hace unos años para cargarse al personaje en la trilogía que protagonizó. Disfruté de la primera, que aún justificaba su escasa picardía y su ineptitud social, pero acabé con ganas de abofetearle en las dos posteriores por su falta de carácter y carisma.

Pero fue también en esas que llegó el Batman de Christofer Nolan, protagonizado por Christian Bale, para ocupar el hueco dejado en mi corazón por el hombre arácnido. “El caballero oscuro” es, sin duda, mi película de superhéroes favorita, y el Batman de Bale, el mejor de todos, un personaje psicológicamente apasionante que redefine al superhéroe y lo sitúa en un plano difícilmente superable.
El Bruce Wayne de Bale es un superhéroe sin poderes, un mortal “sobradamente preparado” que muestra sus debilidades a cada momento. Torturado, amante de la soledad, obsesivo, un hombre que se disfraza de millonario pretencioso cuando se quita su oscuro atuendo. Hay algo en él que me resulta empático, su oscuridad es muestra de su humanidad, y su afán de luchar contra el mal no parece un acto de altruismo, sino más bien una forma de canalizar su frustración y su sed de venganza, una forma de dar paz a un alma atormentada, un ser humano que parece luchar contra los villanos que esconde su cabeza en su Gotham mental. Adoro la autenticidad del personaje y del actor que lo interpreta, que irremediablemente, van unidos. Ninguno de los dos busca reconocimiento, tan solo una, aparentemente inalcanzable, paz interior.

Todos tenemos nuestras luces y nuestras sombras, nuestro Gotham mental, nuestros villanos internos y nuestras luchas contra ellos, se trata de aprender a entendernos, de no buscar forzadamente la luz ni perderse constantemente en la oscuridad. Batman forever.

Joel Reyes

sábado, 21 de julio de 2012

Relatando que es gerundio





Ya me perdonaréis la osadía, pero me apetecía escribir algo así, además, que coño? Este es nuestro blog, nuestro pequeño cuaderno de bitácora de nuestros pensamientos y vivencias, así que nada, pasen y lean...




" Dejó entrar al silencio, lentamente, como sin darse cuenta, como no queriendo compartir con nadie más la angustia y la desazón que atenazaban su alma.

Dejó pasar el frío, dulcemente, abandonándose al vaivén de unos brazos invisibles que acunaran su llanto.

Y se presentó el miedo y le cerró la puerta, pues no quería dudas cuando llegara el momento.

Luego llegaron el llanto, la impotencia y la cobardía, pero pasaron de largo como pasan las nubes después de una tormenta.

Entonces cerró los ojos, en un último gesto de rebeldía para negarle al mundo su mirada.

Sólo quedaba el aire, dejar de alimentarse del aliento perpetuo y por fin, la nada y en cierto modo, el todo, retornar al origen que siempre fue la nada, abandonarse, abandonarse..."

Salud y camino..

Ramonet Reche



jueves, 12 de julio de 2012

DEMOCRACIA

Es triste comprobar, cada día un poco más, la falacia que se esconde tras la palabra mágica. Hace tiempo que dejé de creer que vivimos en una democracia, esa palabra es un eufemismo para definir otro tipo de “dictadura”, una dictadura mucho más silenciosa y sibilina, mucho más discreta e inteligente, aquella que hace que nos sintamos libres, con capacidad de decisión, pero pensando como ellos necesitan que lo hagamos y jugando al juego que quieren que juguemos.

Asisto día tras día con tristeza a conversaciones en las que no dejamos de quejarnos de lo mal que está todo, de cómo nos aprietan las tuercas, pero eso si, en la barra de un bar y con una cerveza en frente. No hemos perdido nuestra capacidad de queja, pero apenas si queda un poco de capacidad de lucha.

Se nos llena la boca con la palabra libertad: libertad de expresión, libertad de acción, libertad de elección… pero en los últimos días se está ejerciendo en España una censura que parece pasar desapercibida para la mayoría y, lo que es peor, no parece importar demasiado a muchos de los que la descubren.

A propósito del conflicto minero y su marcha a Madrid, se está produciendo censura en diferentes flancos. Varios grupos simpatizantes de la marcha en algunas redes sociales han sido bloqueados “misteriosamente” y no se puede acceder a ellos ni escribir mostrando apoyo. Antes de ayer los mineros llegaron a Madrid y algunas de las cámaras situadas en las calles de la capital, que normalmente pueden ser vistas a través de internet, fueron bloqueadas para que no pudiéramos asistir a tiempo real a lo que estaba sucediendo y la información pudiera ser adecuadamente manipulada por los diferentes medios de comunicación encargados de “informarnos”.

Podemos seguir con la venda puesta, se me puede tachar de alarmista o amigo de las teorías conspirativas, pero nos la están metiendo hasta el fondo y lo peor es que apenas nos estamos dando cuenta. Se ríen en nuestra cara y deben estar asombrados por nuestra permeabilidad.

Nos escandalizamos de la censura que otros países ejercen sobre sus ciudadanos pero no parecen importarnos demasiado estas “pequeñas” licencias que se toman nuestros gobernantes para tenernos controlados. Aznar lo dijo hace tiempo, ellos saben lo que es mejor para nosotros. Por ahí se empieza. Dicen que aunque la mona se vista de seda, mona se queda, lo mismo ocurre con esta España en la que vivimos, disfrazada de país libre y democrático. Arrieros somos.

Os dejo el video de un discurso que hace unos días dió el Gran Wyoming en Alcalá de Henares. Esto no aparece en los medios de comunicación. No interesa. Muchas verdades concentradas en apenas media hora y no, no es para reírse, más bien para llorar al verse de frente con la cruda realidad. Eso sí, hemos ganado la Eurocopa, así que todos contentos y a seguir tragando.



Joel Reyes

lunes, 9 de julio de 2012

Morir de sed


“ Tengo 20 años, estoy casado, tengo 2 hijos, una hipoteca, un coche y un trabajo, yo ya lo he hecho todo”.

No es la primera vez que me espetan semejante epitafio y no se me ocurre nombre mejor para describir tal sentencia, ya que se me antoja una losa última, un entierro en vida, un entierro de sueños, motivación y ansias.

Es posible que a mucha gente le haga feliz este modo de vida pero permitidme que dude que el porcentaje sea elevado.

No me creo que nadie lo haya vivido todo con 20 años ni con 60, esta vida está llena de magia y sorpresas, cada día y en cada esquina.

Siempre he creído que el objetivo de la vida es la vida en si misma, que el premio no está en la meta sino en el camino, en ser feliz y que la gente que quieres lo sea.

Yo soy egoísta por convicción, y creo que todos lo somos o deberíamos serlo.

Siempre he dicho que la persona que más quiero en este mundo, por encima de cualquiera soy yo mismo y cada día estoy más convencido de ello.

Incluso cuando le echo una mano a alguien o doy sin esperar nada a cambio, lo hago por mi, porque me hace feliz y me apetece.
No quiero vivir una vida donde me quede sin sed a los 20 ni a los 40, prefiero morir sediento todavía.

Salud y camino...

Ramonet Reche

miércoles, 4 de julio de 2012

EXILIADOS

El pasado viernes llegamos de nuevo a Fuerteventura en un nuevo cambio de isla y nada más pisar su suelo recordé una conversación que tuve con mis amigos Juan y Carlos a propósito de parte de la historia de esta isla.

En tiempo de dictadura, Fuerteventura fue destino forzado para aquellos que pensaban más de la cuenta, y, sobretodo, diferente. Fuerteventura era el vertedero peninsular, lugar de destierro para intelectuales “peligrosos”, políticos incómodos y homosexuales, además de delincuentes peligrosos. Al acabar la guerra civil un antiguo aeródromo situado en Tefía, muy cerca de la actual capital, Puerto del Rosario, fue reconvertido en campo de concentración, que no cárcel, donde se condenaba a trabajos forzados a sus “invitados”, alejados de todo, prácticamente exiliados del mundo. Hoy en día ese lugar, testigo mudo de la bajeza e irracionalidad del ser humano, ha sido reconvertido en un albergue juvenil.

Uno de esos exiliados fue Unamuno, que llegó a la isla en marzo de 1924 por cortesía de Primo de Rivera, que muy amablemente le obsequió con un billete de ida a esta tierra. Pero es muy difícil acallar a los que necesitan hablar y Unamuno, desde su exilio, escribió mucho y bien sobre estas islas e impulsó la creación del primer periódico de Fuerteventura de la cual él mismo escribió: “Si el mundo tiene culo, Fuerteventura es el culo del mundo”. No creo que lo dijera de un modo despectivo, aunque es cierto que así debía ser para los que pretendieron convertirlo en estercolero de sus propias miserias y temores.

Hoy me siento un exiliado, voluntario, eso si, y feliz de haber conocido esta tierra que me acoge, me abraza y me enseña a diario, y desde Fuerteventura escribo, desde el culo del mundo, en paz, en libertad.

Joel Reyes