lunes, 15 de octubre de 2012

PRISON BREAK

Mi último enganche “serial” ha sido Prison Break. Tras varias recomendaciones decidí meterme en harina a ver qué pasaba. Poco a poco fui entrando por el nivel de tensión e intensidad, si bien, reconozco que a medida que avanzan las temporadas, la trama resulta cada vez más poco creíble, farragosa y forzada, pero aún así resulta entretenida y me parece interesante el desarrollo y evolución psicológica de algunos personajes.

Pero si dedico este post a dicha serie es por otro motivo. Como ya he dicho más de una vez, siempre he creído que la verdad que se nos cuenta es una leve aproximación amable, cuando no una burda manipulación de una verdad mucho más truculenta, inabarcable y aterradora para la que quizás no estemos preparados.

La trama central de Prison Break gira en torno a una misteriosa organización llamada “La compañía”, una especie de sociedad secreta formada por las grandes multinacionales y los poderes económicos que marcan “realmente” los designios del mundo que habitamos. Ellos ponen y quitan presidentes en función de quién sea la persona más maleable para llevar a cabo sus oscuros planes sin importarles quién caiga en el proceso. Son los que se inventan o crean guerras, invasiones, ataques terroristas, crisis, golpes de estado unas veces para distraer de movimientos más profundos y otras con una intención puramente mercantilista… los mismos que destruyen países y aniquilan miles de vidas tan sólo para poder reconstruir dichos países y así lucrarse económicamente (¿os suena de algo?), los mismos que deciden cambios de gobierno, de ideología, de economía, de ciclo, en definitiva, los amos de un mundo en el que sólo somos peones al servicio de esa gran maquinaria. No les importamos lo más mínimo, pero a la vez nos necesitan.

Tan vez sólo sea ficción y yo un enfermo con tendencias paranoides, pero apostaría mis dos brazos y mis dos piernas a que es una aproximación muy cercana a la realidad, una realidad que da miedo pero que mantienen debidamente disfrazada para que sigamos creyendo que pintamos algo en todo esto.

Revolución.

Joel Reyes

lunes, 1 de octubre de 2012

Mientras sea posible



"Mientras sea posible creer, seguiremos,
mientras sea posible soñar, insistiremos,
mientras queden ganas de luchar, ganaremos".

La mayoría de nosotros andamos persiguiendo sueños, unos se cansan, otros se olvidan, otros continúan dándose cabezazos contra el muro...cada uno elige.




Casi toda la gente con la que he hablado los últimos meses acerca de mi situación en Canarias y la decisión de volver a la península a seguir trabajando con Malacabeza me ha tachado de " irresponsable" en el mejor de los casos; es cierto que hacía mucho tiempo que no tenía una solvencia económica como la que disfruto aquí y el trabajo es muy agradecido, tengo aquí una "seguridad" ( no sé si esta palabra tiene mucho sentido hoy en día) y una calidad de vida difícil de conseguir allí, pero la cabra tira al monte.



Mucha gente me ha preguntado a lo largo de mi vida que hasta cuando voy a seguir " faranduleando por ahí" sin curro fijo, casa, etc..

Muy sencillo, hasta que crea que el sueño que persigo es imposible, entonces dejaré de perseguirlo.

Pero mientras tenga ganas de pelear y crea que es posible, voy a estar ahí.

Dejar de hacerlo me parecería una falta de respeto hacía mi inasumible.



Salud y camino...

Ramonet Reche