Al día siguiente, 12 de noviembre, le toca el turno al Atomic. Una sala coqueta con cierto aire teatral y cabaretero. Al contrario del día anterior, cuando llega la hora de empezar, está a rebosar. Expreso 83 hace de las suyas y se les ve mucho más engrasados que el primer día. La mejora es sustancial. Nosotros salimos motivados, aunque la audiencia se empeña en hablar más fuerte de lo que nosotros podemos a pesar de la microfonía. Es un concierto raro. Hay gente que canta y lo vive, otra que está más pendiente de llamar la atención y distraer al personal. Hoy hemos picado piedra, nos decimos. No todo van a ser rosas, o si; las rosas tienen espinas.
Joel Reyes.
bueno...no fue el mejor del minitour pero tuvo cosas buenas y como siempre ganasteis nuevos adeptos al grupo que al fin y al cabo es el virus de esta "enfermedad maravillosa" que compartimos...la musica.
ResponderEliminarsupongo que en lo de llamar la atencion te refieres a la "lagartija inquieta" que merodeaba por el publico,ja,ja,ja!!!!!,yo creo que se habia comido un trpi o algo,ja,ja...que bueno!!
abrazos,monty