Flores en el estudio

Escribo la crónica el día después. Ayer llegué destrozado y no había ganas de darle a las teclas. Afortunadamente, hoy es domingo y toca descanso. Nuestros cuerpos y sobretodo nuestras mentes lo necesitan. Ayer llevamos a cabo el 5º día de grabación. De nuevo, día complicado. La mañana la dedicamos a Ramonet y a grabar un par de bajos: “Todo va a salir bien” y “Todo me recuerda a ti” ya están listas. Ramonet está inspirado y se las ventila con relativa facilidad. Hasta ahí todo bien. A comer. A las 6 retomamos. Tras la comida, unos chupitos mientras vemos como Nadal se ventila a Murray en un partido frenético en el que, de nuevo, cuando parece que está muerto y perdiendo en el tie break por 4 a 1 se saca de la manga uno de esos momentos suyos espartanos para acabar demostrando que es el mejor, creo que nadie lo duda. Este tío le sube la moral a cualquiera y a mi me viene muy bien. Regresamos al estudio para atacar la última batería. Mr. K-t-na se pone a los mandos de la nave y sin apenas despeinarse graba una batería llena de energía y talento para la que será una de las sorpresas del disco, una versión de un tema mítico. De momento mantendremos el misterio, pero estamos muy orgullosos de cómo nos hemos llevado este tema a nuestro terreno y va a ser un tiro, ya veréis. Al fin hemos terminado las baterías. Bien. Nos abrazamos a Dani como señal de triunfo. Puede que a mi madre no le importen las baterías de mi disco, pero os advierto que suenan atronadoras y reales como la vida misma y es ahí donde empieza toda la energía de una canción. Le llega el turno a Quique y a su maravillosa Fender Jaguar, está listo para salir al campo. Calienta y sale dispuesto a comerse “Flor de bar”, un tema que está visto para sentencia a falta de los pianos y las voces. Va a ser el primero en caer, sin duda. Justo antes de atacar las primeras guitarras recibimos la visita de Coia, Júlia y Xènia. Júlia y Xènia son dos niñas que nos regalan momentazos cada vez que aparecen en nuestras vidas. Por desgracia, aún son demasiado jóvenes para venir a la gran mayoría de nuestros conciertos, pero siempre se las ingenian para poder saludarnos en las pruebas de sonido y regalarnos algún dibujo con el que adornar las paredes de nuestro cuarto. Esta vez querían ver como era el proceso de grabación de un disco y allí estuvieron, entusiasmadas al principio y aburridas como ostras más tarde al percatarse de que una grabación no es precisamente una fiesta, las horas caen y apenas se avanza. Les hacemos una visita guiada por el estudio para mostrarles sus entrañas, verlas sonreír nos alegra el día. Les toca comerse la parte más fea de la jornada. De nuevo vuelven los problemas. El ampli de Quique falla. Un canal deja de sonar. Alex “McGiver” Radish es un todoterreno. De nuevo toca echar mano de tester, destornillador y destreza para intentar encontrar el origen del fallo. Tras muchos intentos, el problema desaparece, aunque a esas alturas Xènia y Júlia han dejado de verle la gracia a estar enclaustradas dentro de un estudio. Para cuando conseguimos completar las guitarras de “Flor de bar” ambas duermen mientras la guitarra truena a través de los altavoces. Hemos conseguido salvar muy buenas tomas y el tema suena cañón. Si algo está claro es que los problemas están haciendo de este disco algo aún más grande, porque tras ellos siempre aparece el talento y el Rock´n´Roll y al final es lo que importa y lo que queda. Mañana lunes vuelta al trabajo. Hoy a descansar, disfrutar de los míos y asistir, impotente, a una jornada de elecciones que dejará de nuevo patente la clase política que tenemos. La clase, las buenas formas y la inventiva brillan por su ausencia. A cambio, chavacanismo, argumentos baratos, peleas infantiles e hipocresía. La política se ha convertido en una especie de gran hermano. Si no puedes con el enemigo, únete a él. Será eso. Al final va a resultar que lo de que Belén Esteban sería la tercera opción más votada en este país va a tener sentido. En fin. Y después somos nosotros los listos que no dan un palo al agua. Ya, ya, ya. Joel Reyes.