lunes, 19 de abril de 2010
Delight
El viernes, 11 de diciembre le toca el turno a Laguna de Duero, al ladito de Valladolid. Laguna es el lugar donde vive una de mis mejores amigas, Rosa Eva, a la cual hace mucho que no veo. Esa ya es razón más que suficiente para que el día sea especial. Hoy de nuevo nos acompaña Chuso. Otra motivación extra. Se hará cargo del sonido y la conducción, además del buen rollo, las risas y los chistes malos (de los nuestros, “yinidiguiní”). Llegamos al DELIGHT y nos recibe Alfonso, un tipo amable que se le ve por la labor. El local está lleno de postres del concierto y pone todo de su parte para facilitarnos las cosas. Tras unos problemillas técnicos, logramos conectar. Llega la hora del concierto. El local está bastante lleno, pero no todo el mundo ha venido a ver el concierto. Los hay atentos, pero también que están más por la labor de hacer todo el ruido del que son capaces y llamar la atención todo lo posible. El equipo no da para más y tenemos acoples y problemas durante gran parte del concierto. Chuso intenta domar a la bestia pero no enviamos nuestras naves a luchar contra los elementos. Al final, como siempre, conseguimos amansar a la parte más dispersa de la audiencia y aprobamos con corrección, más gracias a nuestro oficio que a las facilidades. Los que han estado por la labor nos felicitan y han disfrutado. Lo hemos dado todo, tanto Ramonet y yo, como Chuso, al que le ha tocado bregar con mil problemas técnicos. La garganta se resiente debido al esfuerzo de intentar estar por encima del volumen del local. Tras el concierto podemos relajarnos un ratito y disfrutar de la noche. Al día siguiente, antes de iniciar nuestro maratón, tenemos tiempo de disfrutar de las bondades de la cocina de Laguna y de sus impresionantes caldos acompañados de Rosa Eva, Javi y el pequeño Iván, que está hecho un elemento de cuidado. Fue breve, pero en enero estaremos de vuelta. Prometemos más y mejor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario