jueves, 22 de noviembre de 2012

TUVO QUE ESTAR BIEN

Pretendía escribir este post mucho antes, pero el concierto del pasado sábado en la Óxido se unió a nuestro regreso a tierras tarraconenses el domingo y al comienzo de la preproducción del que será nuestro nuevo disco, todo ello unido al reencuentro con amigos y familia ha supuesto una agenda de lo más ajetreada que me ha impedido ponerme frente a las teclas con la tranquilidad y el tiempo que se merece.

El pasado sábado reiteramos lo que ya intenté transmitir en mi anterior post. Las dudas que nos trajimos en la maleta están más que disipadas y nuestras baterías de ilusión, ganas y optimismo vuelven a estar cargadas a tope.

Lo primero que quiero destacar del concierto del sábado es el trato que volvimos a recibir por parte de nuestra gente de la Óxido, tocar en esa sala es para nosotros tocar en casa y nunca podremos agradecer lo suficiente a todos los que allí trabajan lo cómodos y bien que nos hacen sentir y es que “Jipi” lo definió mejor que nadie: “Chicos, aquí estáis en casa”. Así nos sentimos. De corazón, gracias Dani, Jipi, Oscar, Jorge y a todos los que hicisteis de esa noche otra noche mágica.

Cuando uno ejerce de “telonero” o “artista invitado”, que mola más, siempre es consciente de que el público viene a ver al “cabeza de cartel”, pero también es igualmente consciente de la oportunidad que supone enfrentarte a un público nuevo, a “nuevos oídos”, es la ocasión perfecta para “captar” nuevos adeptos, para hacer que en esos escasos 40 minutos de actuación alguien retenga tu nombre y alguna de tus canciones y que al llegar a casa sienta la curiosidad de investigar un poco más acerca de tu música.

Salimos con aplomo al escenario custodiados por nuestro hermano murciano Monty que se pegó la paliza para compartir ese momento con nosotros. Estuvimos seguros, relajados y lo pasamos en grande y eso se notó en el resultado. Sonamos compactos, alegres, frescos y conseguimos ganarnos al público que estuvo atento y no se dispersó en ningún momento… vale, no está bien que yo lo diga, pero qué coño, es la verdad. El concierto, por supuesto, se nos hizo muy corto pero lo pasamos en grande y nos dejó un regusto de lo más positivo. Otra carga extra de energía en el saco.

De Leiva y sus secuaces no hay nada que decir que no se haya dicho ya. Ocho músicos en el escenario, elegancia, oficio, “rock´n´roll attitude”, sonido, canciones y un Leiva que sabe controlar la situación sin histrionismos. Un caballero canalla dentro y fuera del escenario. Chapeau para él y los suyos. Nos reencontramos con Cesar Pop (el cual grabó varias teclas en “Pirómanos”)y con Juancho (Sidecars) a los que “teloneamos” antes del periplo insular y pudimos arreglar el mundo tras el concierto con unas cervezas y algún que otro chupito de tequila… fue divertido… o eso me han contado ;P. Ambas bandas celebrando una fantástica noche de rocanrol en compañía de nuestra gente: Nora, Ara, Mila, Chuso… y por supuesto Manu, que volvió a regalarnos tu talento y su amistad como queda patente en las fotos que acompañan este post. Algún día esperamos compensarte, amigo.

Y ahora toca maquetar los temas del nuevo disco. Ya llevamos dos días encerrados en La cocina de Juan Zarppa y el esqueleto de tres canciones ya va tomando forma. Tenemos muy buenas sensaciones, pero eso os lo contará Ramonet en un próximo post.

Aquí estamos de nuevo.

Joel Reyes

1 comentario:

  1. Como me alegro chicos por vosotros
    Que os vaya genial y a por el tercero a ver con que nos sorprendeis
    Un besazo

    ResponderEliminar