Había muchas ganas de presentar el disco en el LIBERTAD 8, el escenario donde más a gusto me siento. El santuario donde más me gusta predicar, el respeto, el silencio, la música en estado puro. Fue el 4 de noviembre. Siempre hay nervios cuando se trata del Libertad. Desde el minúsculo camerino voy viendo a través de la ventanita como la gente va llegando, como las mariposas me llenan el estómago y como mi cuerpo se debate entre las ganas y los nervios. Ramonet y yo nos conjuramos y salimos a darlo todo. Un concierto especial, solemne como casi siempre en el Templo. El silencio se corta y asusta. Hay momentos muy especiales. Estrenamos un tema escrito por Ramonet, una joya que estará, sin ninguna duda, en el segundo disco: “Concédeme este vals”, una de esas regalos de las musas que me hubiera encantado recibir, pero esta vez le eligiron a él. Como diría el malogrado Michael Jackson, “mejor a Ramonet que a Prince”.
Al final del concierto compartimos charla, copas y algún cantecito con un grupo de andaluces que trabajan en Proyecto Hombre y que han venido a Madrid a unas charlas. Nos confirman que no han venido a aconsejarnos el ingreso. Menos mal.
Joel Reyes
Había muchas ganas de presentar el disco en el LIBERTAD 8, el escenario donde más a gusto me siento. El santuario donde más me gusta predicar, el respeto, el silencio, la música en estado puro. Fue el 4 de noviembre. Siempre hay nervios cuando se trata del Libertad. Desde el minúsculo camerino voy viendo a través de la ventanita como la gente va llegando, como las mariposas me llenan el estómago y como mi cuerpo se debate entre las ganas y los nervios. Ramonet y yo nos conjuramos y salimos a darlo todo. Un concierto especial, solemne como casi siempre en el Templo. El silencio se corta y asusta. Hay momentos muy especiales. Estrenamos un tema escrito por Ramonet, una joya que estará, sin ninguna duda, en el segundo disco: “Concédeme este vals”, una de esas regalos de las musas que me hubiera encantado recibir, pero esta vez le eligiron a él. Como diría el malogrado Michael Jackson, “mejor a Ramonet que a Prince”.
Al final del concierto compartimos charla, copas y algún cantecito con un grupo de andaluces que trabajan en Proyecto Hombre y que han venido a Madrid a unas charlas. Nos confirman que no han venido a aconsejarnos el ingreso. Menos mal.
Joel Reyes
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