Lunes, 10 de enero. En teoría es nuestro último día de estudio. Intentaré explicar brevemente (juro que intentaré ser breve) en qué consiste el proceso de mezcla en un disco. Una vez se tienen todos los elementos que conforman la canción, toca colocarlos en su sitio, es decir, en su volumen y frecuencia adecuados y tratarlos uno por uno con el sonido adecuado para que destaquen más o menos según se necesite. Para ello se empieza por la batería: bombo; Pum, pum, pum… así, hasta que suena como el tema requiere. Caja: lo mismo, y así con el bajo, las acústicas, pianos, guitarras eléctricas, etc. Una vez conseguido el sonido individual toca colocar cada cosa en su nivel. Es decir, conseguir, que en el conjunto, todo tenga su lugar y se puedan entender todos los elementos de la mezcla. Algo así como intentar que, en un plato con muchos ingredientes, todos los sabores tengan su lugar para poder apreciarlos sin que ninguno estropee el matiz del otro. Y cuando todo camina le toca el turno a la voz. Más cruda, con más efecto, más cercana, más lejana, según el tema aconseje. El resultado es que debes oír una canción una y otra vez a lo largo de 8 o 10 horas hasta alcanzar perfectamente de 50 a 100 escuchas. Imaginad pues el nivel de saturación. Al final no puedes evitar una cierta sensación de “otra vez el jodido temita”, pero así va esto. Ayer casi dedicamos por completo el día a mezclar “Todo me recuerda a ti”. Para empezar diré que el tema ha quedado tremendo. Me encanta. Es uno de los temas con más elementos del disco y ahí estaba el reto a la hora de mezclarlo. Poco a poco le vamos dando forma. Miguel Zanón (alter ego de Juan Zarppa, no lo olvidéis), a estas alturas, está adquiriendo niveles de canonización, por su paciencia, su entrega, su nivel de concentración y su aguante frente a los altavoces con el desgaste para los oídos que eso supone. Estamos pensando en santificarlo. Además, lo de San Miguel, le viene al pelo. Los tres somos “fieles” de la cerveza e igual podemos tener enchufe con semejante conexión (vale, estoy recién levantado, no le puedo pedir más a mi “celebro”).
Lo dicho, tras más de 8 horas de ininterrumpido trabajo (en las que Miguel incluso se graba una acústica y una eléctrica que nos pide el estribillo) y un número indeterminado de escuchas damos por prácticamente listo el tema a falta de revisar con el cuerpo descansado y los oídos descongestionados. Ha quedado impresionante. Atentos a la evolución final en la que Cesar Pop, en las teclas, se ha salido con un montón de elementos que llevan el tema, en su parte final, a lo más alto. Buscábamos caos melódico y lo entendió a la perfección. Tremendo Cesar. Gracias, maestro. Es el tema que más ha cambiado con respecto a las maquetas y eso nos creó dudas, pero creo que el resultado ha valido la pena y aunque sabemos que habrá defensores y detractores, creemos que hemos hecho un gran trabajo con él. Cuando Quique nos mostró la idea primigenia en el local de ensayo, reconozco que todos, o casi todos, le miramos con cierto recelo. Tenías razón, tío, gran idea culminada en un gran arreglo. Ahí queda eso.
No, no hemos acabado. Aún quedan algunos temas y la cosa se complica en cuanto a agenda. Tendremos que encontrar huecos en nuestra última semana en tierras tarraconenses y también centrarnos en los ensayos para el concierto del día 19. Pero no os preocupéis, esto está listo, y el resultado está siendo muy bueno, que es, en definitiva, lo único que importa y quedará. NO LO OLVIDEIS!!! EL DÍA 19 OS NECESITAMOS A TODOS!!! SOMOS MALACABEZA!!!.
Joel Reyes.
Lunes, 10 de enero. En teoría es nuestro último día de estudio. Intentaré explicar brevemente (juro que intentaré ser breve) en qué consiste el proceso de mezcla en un disco. Una vez se tienen todos los elementos que conforman la canción, toca colocarlos en su sitio, es decir, en su volumen y frecuencia adecuados y tratarlos uno por uno con el sonido adecuado para que destaquen más o menos según se necesite. Para ello se empieza por la batería: bombo; Pum, pum, pum… así, hasta que suena como el tema requiere. Caja: lo mismo, y así con el bajo, las acústicas, pianos, guitarras eléctricas, etc. Una vez conseguido el sonido individual toca colocar cada cosa en su nivel. Es decir, conseguir, que en el conjunto, todo tenga su lugar y se puedan entender todos los elementos de la mezcla. Algo así como intentar que, en un plato con muchos ingredientes, todos los sabores tengan su lugar para poder apreciarlos sin que ninguno estropee el matiz del otro. Y cuando todo camina le toca el turno a la voz. Más cruda, con más efecto, más cercana, más lejana, según el tema aconseje. El resultado es que debes oír una canción una y otra vez a lo largo de 8 o 10 horas hasta alcanzar perfectamente de 50 a 100 escuchas. Imaginad pues el nivel de saturación. Al final no puedes evitar una cierta sensación de “otra vez el jodido temita”, pero así va esto. Ayer casi dedicamos por completo el día a mezclar “Todo me recuerda a ti”. Para empezar diré que el tema ha quedado tremendo. Me encanta. Es uno de los temas con más elementos del disco y ahí estaba el reto a la hora de mezclarlo. Poco a poco le vamos dando forma. Miguel Zanón (alter ego de Juan Zarppa, no lo olvidéis), a estas alturas, está adquiriendo niveles de canonización, por su paciencia, su entrega, su nivel de concentración y su aguante frente a los altavoces con el desgaste para los oídos que eso supone. Estamos pensando en santificarlo. Además, lo de San Miguel, le viene al pelo. Los tres somos “fieles” de la cerveza e igual podemos tener enchufe con semejante conexión (vale, estoy recién levantado, no le puedo pedir más a mi “celebro”).
Lo dicho, tras más de 8 horas de ininterrumpido trabajo (en las que Miguel incluso se graba una acústica y una eléctrica que nos pide el estribillo) y un número indeterminado de escuchas damos por prácticamente listo el tema a falta de revisar con el cuerpo descansado y los oídos descongestionados. Ha quedado impresionante. Atentos a la evolución final en la que Cesar Pop, en las teclas, se ha salido con un montón de elementos que llevan el tema, en su parte final, a lo más alto. Buscábamos caos melódico y lo entendió a la perfección. Tremendo Cesar. Gracias, maestro. Es el tema que más ha cambiado con respecto a las maquetas y eso nos creó dudas, pero creo que el resultado ha valido la pena y aunque sabemos que habrá defensores y detractores, creemos que hemos hecho un gran trabajo con él. Cuando Quique nos mostró la idea primigenia en el local de ensayo, reconozco que todos, o casi todos, le miramos con cierto recelo. Tenías razón, tío, gran idea culminada en un gran arreglo. Ahí queda eso.
No, no hemos acabado. Aún quedan algunos temas y la cosa se complica en cuanto a agenda. Tendremos que encontrar huecos en nuestra última semana en tierras tarraconenses y también centrarnos en los ensayos para el concierto del día 19. Pero no os preocupéis, esto está listo, y el resultado está siendo muy bueno, que es, en definitiva, lo único que importa y quedará. NO LO OLVIDEIS!!! EL DÍA 19 OS NECESITAMOS A TODOS!!! SOMOS MALACABEZA!!!.
Joel Reyes.
Vamos que estamos llegando al final, y los de este lado, esperando a escucharlo...
ResponderEliminarÁnimo chicos!!!!!!
Voy a tratar por todos los medios de mover mis hilitos y hacer que vaya a veros al concierto el teclista de David Bisbal, Pedro.
ResponderEliminarSerá una tortura no poder estar allí con vosotros, en serio, no lo sabeis cuanto, no lo podeis imaginar.
Al final el sueño de colaborar con coritos, seguirá soñando conmigo, pero sabeis que Malacabeza es mucho más que música para mi, desde hace 20 años, cuando esa palabra solo roneaba en la boca de una madre divina, que siempre quiere con acento andaluz.
Te quiero, mi playita de Madrid... hazlo, hazlo de nuevo... cubre a todos esos ojos con las olas de los tuyos y lleva el mediterraneo a sus labios, mecido como siempre en tus palabras cantadas.
Muaaaaaaaaa
Rosa Eva