TODO VA A SALIR BIEN

Escribo la crónica del viernes tras otra dura, intensa y fructífera jornada de grabación. Mi pc marca la 1.15 del sábado 4, es decir, ya es domingo. Hemos empezado a las 12. Casi ná. Mi cabeza apenas puede organizar pensamientos. A última hora ya no distinguía una toma buena de una mala. Supuro música por las orejas, pero de la jornada de hoy se ocupará Ramonet. Yo me centraré en el día de ayer. Jornada de grabación y concierto en un mismo día. Vamos a enseñar las nuevas canciones por primera vez desde que entramos a grabar el disco y lo hacemos en casa, La Vaquería, con una banda tremenda y con ganas de vivir las canciones en el escenario. Antes toca exprimir a otro de los invitados de esta celebración en forma de disco. Nuestro primo llegado de tierras murcianas: Juan Antonio Montoya, el gran Monty. Echamos de menos a Chuso, él ha sido parte muy importante de todo el período de preparación de este disco y hubiera sido un lujazo contar con su opinión y su talento, aún mantenemos la esperanza (yinidiguini). Con su tremenda Gibson acústica bajo el brazo, Monty se planta en Tarragona para impregnarnos del rock´n´roll que corre por sus venas y, aunque a él lo que más le pone es la distorsión y su Gibson Les Paul, le pedimos que se grabe unas acústicas en “Adiós, sueño”. Va entrando en calor, dejando su impronta en la canción, detalles de su clase. Ya la tenemos. Juan Zarppa se encargará de darle el fuego que completará la hoguera con su Lap Steel. Yo tengo el cuerpo de jota debido a la noche anterior en el estudio, demasiadas cervezas y humos con aires murcianos en el ambiente y decido que mi garganta está en el momento justo para atacar “La partida”. Me he propuesto grabarla en una sola toma, guitarra y voz a la vez, sin trampa ni cartón, pura crudeza, como fue concebida, con voz de cazalla, cerveza y oscuridad. Me cuesta encontrar el momento, bajamos las luces del estudio y empieza a fluir. 3 tomas de la canción y sentimos que ya ha llegado el alma necesaria. La toma buena me lo dice, la siento, me ha entrado bajo la piel. La tenemos. Con el alma en los labios llega el momento de dirigirse a La Vaque para cambiar el chip, olvidarse de la grabación y disfrutar de un poquito de rock´n´roll. Abundan las caras conocidas, los amigos y familiares… como tocar en el salón de casa. Incluso Rosa Eva se atreve a huir del frío Valladolid para abrazar al mediterráneo y a mi mismo. Ella sabe como pocos de mis desvelos y la lucha de este malacabeza. Gracias niña, siempre. Compartimos escenario con Steven Munar (ex Tea Servants) que presenta su segundo disco en solitario. A los artistas se les reconoce de inmediato y Steven, sin duda, lo es. Personalidad y carisma. Me recuerda a un Johnny Cash feliz y deja un buen sabor de boca con tan solo una guitarra acústica como aliada. Llega nuestro momento. Salimos con ganas y no damos tregua. Empezamos con “Todo va a salir bien” y enlazamos con “Flor de bar”. Ramonet y yo no nos creemos los elementos junto a los que estamos tocando. Dani K-t-na, Quique Germán y Juan Zarppa. ¿Alguien da más?. Es muy fácil tocar así. Los temas suenan y la gente los aprueba. Estamos calientes y disfrutamos de cada nota, nuestras caras lo demuestran. Tocamos el cielo con “Extraña forma de querer” y Sus Reche, la hermana de Ramonet, se marca un “Vertedero amor” que deja el listón muy alto. Ya en los bises más amigos: Monty se sube para acompañarnos en “Adiós, sueño” y posteriormente tira de la Stratocaster de Mr. Zarppa en “Pese a quién pese” en la que también nos acompañan Narcís Cadena a la batería y José Galdrán a la voz (carisma y sangre en estado puro). Somos muy afortunados. Es un lujo disfrutar de gente así. Tan grandes dentro como fuera del escenario. Ha sido un gran concierto, breve pero intenso, apenas una hora. Terminamos el día sin una gota de energía en la recámara pero con la satisfacción del trabajo bien hecho. Así funciona esto del rock´n´roll. Nadie dijo que fuera fácil. Gracias, amigos, por regalarnos tantos grandes momentos. Joel Reyes.